Para una mayor durabilidad de las prendas hay que darles amor, devolverles aquello que ellas te dan cuando las usas.
Si se trata de una prenda de viscosa, fibrana, voile, y algodon la mejor recomendación es: lavar a mano o lavado delicado, con agua fría y poco jabón, sin dejar en remojo. Y para evitar el famoso y odiado ¨se me achico¨ debes estirarla mientras aún se encuentra humeda.
Si hablamos de sweaters, tejidos, hilados... lo ideal es lavar delicadamente con poco jabón, no retorcer, secar en plano (no usar secadora), y finalmente planchar del lado del revés.
En cuanto al peeling, ¨las famosas y odiadias bolitas¨, no exite nigún remedio eficaz para frenar este fenómeno, ya que se trata del efecto del levantamiento de las fibras que componen los tejidos que se incrementa inevitablemente en las zonas de roce. Existen quita pelusas eléctricos muy efectivos o el recurso de afeitado que, de ser utilizado, debe realizarse con sumo cuidado y con una afeitadora vieja.